Un trabajador informal sufrió un accidente muy grave que le costó la vida, cuando estaba en el techo de un edificio en construcción: se quemó con brea que estaba manipulando. Su familia trajo el caso a la consulta y entendimos la dificultad de demostrar la existencia de una relación laboral, porque además había ido a trabajar “por changas” unos pocos días.
Decidimos iniciar un reclamo laboral por los haberes adeudados al concluir la relación laboral que sabíamos que tenía pocas chances. Sin embargo eso nos permitió conocer la versión de la empresa para poder iniciar una demanda civil por el riesgo de la cosa (el tacho de brea y otros elementos) y la actividad (la limpieza de esos materiales).
Así es que se logró para sus hijos menores una reparación civil, que hubiera sido imposible si planteábamos el caso como una demanda de riesgos de trabajo.